TEOLOGÍA DEL MÁS ALLÁ: ENTRE LA FE Y EL MISTERIO


PIEDAD GONZÁLEZ-CASTELL

ESPAÑA



ADVIENTO:  NAVIDAD Y PARUSÍA 
 
Adviento

La palabra Adviento procede del latín adventus que significa venida. Los Cristianos celebran con el Adviento el comienzo del año litúrgico cada día 29 de noviembre de cada año. Su duración suele ser de 22 a 28 días, dado que lo integran necesariamente, los cuatro domingos precedentes a la solemnidad de la Natividad, desde que el papa Gregorio Magno propusiera cuatro semanas para el tiempo litúrgico de Navidad, duración que  prevaleció sobre las seis semanas proclamadas, anteriormente, por el Papa Siricio.
 
El Adviento para los fieles cristianos es considerado tiempo en el que la esperanza y vigilia estarán marcando el arrepentimiento y la alegría del perdón. 
 
Las cuatro semanas de Adviento tienen dos características: 

1.    Tiempo de oración, reflexión y espera de la llegada de la Natividad, preparación a las solemnidades en la que se conmemoran la primera Venida del Hijo de Dios entre los hombres: la Navidad.
2.    Periodo en el cual, mediante la fe, los cristianos dirigen sus esperanzas de salvación en la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos: la Parusía.

Estos dos motivos hacen que Adviento se presente como piadosa alegría y esperanza de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo y la promesa de volver para instaurar el Reino de Dios.

Adviento se convierte en tiempo de encuentro entre un Dios que viene al encuentro del hombre: Navidad; y el hombre en busca de Dios para vivir y celebrar su llegada al final de los tiempos: Parusía.
 
Las Iglesias cristianas suelen presentar en la liturgia del Adviento lecturas bíblicas  del Antiguo testamento, llamadas veterotestamentarias descriptivas de la esperanza profética puesta en la llegada del Salvador, como también lecturas de los Evangelios y libros de los apóstoles o neotestamentarias, relativas al tiempo previo al nacimiento de Jesús o al inicio de su ministerio público, entre otras. 

Navidad
 
Desde siempre, de generación en generación, los hombres han deseado la paz han aspirado a la justicia y la libertad, soñado felicidad de año en año en la alegría que nos abrazamos en el alborozo colorista con que representamos la Navidad.

A través de los siglos, se han proyectado estos anhelos, frecuentemente decepcionados, en las búsquedas de la Verdad a través de la historia de Israel, el pueblo elegido, en ella está la certeza y revelación que conducen al nacimiento humilde de Cristo Jesús en Belén, celebrada con la liturgia de primera llegada del Mesías redentor, llamada Navidad; al tiempo de meditar la esperanza de la segunda llegada al final de los tiempos, cuando  Cristo se manifestará en toda Su gloria y poder juzgando a vivos y muertos para instaurar el nuevo reino de Dios, llamada Parusía.

Esta meditación contempla triple finalidad:

1.    Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros con naturaleza humana, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.

2.    Vivir el presente: Vivir en nuestra vida diaria la presencia de Jesucristo en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

3.    Preparar el futuro: Prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la majestad de su gloria. Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creído en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

Parusía

En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía cuando nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a estar vigilantes y prepararnos para este momento revisando nuestras vidas y aumentado nuestras virtudes para que Su última llegada para juzgar a los vivos y los muertos no nos coja desprevenidos con las lámparas sin aceite para la llegada del Esposo.

En el Nuevo Testamento destaca el libro de El Apocalipsis, que narra los tiempos escatológicos, los hechos proféticos que han sido dados a conocer al autor, entre ellos la descripción de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, que llevan numerosas plagas a la humanidad, signos que, sin entrar en estudio profundo, se nos están haciendo presentes.

Así mismo, San Juan desarrolla las visiones de cataclismos naturales que ya estamos presenciando de un punto a otro del planeta y concluyen con el Juicio Final.
 
Los cuatro caballos y sus jinetes derramarán sobre el mundo los horrores que, el mundo, está empezando a experimentar, aunque la visión concluye con esperanza: la tierra y el cielo serán hechos de nuevo. La nueva Jerusalén, como símbolo de la ciudad de Dios, es toda la Tierra donde Dios habita directamente en medio de todos los hombres. 

El libro profético, y por lo tanto la Biblia cristiana concluyen con una bendición y una petición que apremian a Jesús a volver pronto. 

Es importante saber hacer un alto para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Cada día podemos y debemos ser mejores.

Estos estudios van dirigidos a crecer en el conocimiento de Dios, aplicar las verdades aprendidas y compartirlas en el mundo con nuestro ejemplo y la palabra. 

Sin embargo, saber acerca de Dios no es lo mismo que conocerlo realmente. Dios invita a cada uno de nosotros a conocerlo personalmente depositando nuestra fe en Él, confiando en Su muerte en la cruz para pagar por nuestros pecados, seremos perdonados y recibiremos la promesa de la vida eterna en el cielo.    

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, tenga vida eterna en el Jerusalén Celeste. 

En Caepionis Turris, 23 de agosto de 2025



Piedad González-Castell es poeta de nacimiento, escritora y pintora. Graduada en Teología por el Instituto de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe, de la Universidad Pontificia de Salamanca. Conferenciante con más de 300 actos entre conferencias, recitales y pregones impartidos en la Catedral de Badajoz, Ateneo de Madrid, SGAE Madrid, Asociación de Escritores y Artista Españoles (AEAE) Madrid, Instituto Egipcio Madrid y otras salas. gido por Miguel Narros y William Layton, siendo contratada por Doña Mercedes Prendes. Entre más de una docena de obras publicadas se encuentran: Vasco Núñez 54 Fenómenos Paranormales Reales. Relato. Editorial Punto Rojo, 2024. Versos de amor PrimERO(S). Poesía. Fundación CB, 2024. Otoño enamorado. Poesía. Fundación CB, 2024. Lo que Pessoa no me contó en los extraños días del verano. Novela. Editorial Círculo Rojo, Roquetas del Mar, 2023 Cuarenta días de junio. Poesía. Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2014. El Silencio y la Palabra. Poesía. Finalista del XIX Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo. Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz, 2003



2 comentarios:

  1. Conozco a Piedad Gozález-Castell: es una gran escritora y magnifica poeta Extremeña(Española). En todos sus trabajos va dejando su sello personal con carisma arrollador y la elocuencia que la caracteriza. Este artículo me ha fascinado, deleitado y conmovido. Felicidades.

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  2. Querida Mª José. Gracias por tus palabras llenas de luz. Sabes que quiero.

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