EL CAMINO DE ARIADNA. LA ESENCIA DEL SER

 

MAR MARTÍNEZ FERNÁNDEZ

ESPAÑA


 “NO VALGO, NO MEREZCO, NO ESTOY CAPACITADO”: LA DESVALORIZACIÓN


Abordamos un tema tan complejo y común como la desvalorización. ¿Qué entendemos por desvalorización? Es un proceso emocional dañino que afecta a la autoestima y por tanto a las relaciones interpersonales, afectando a la salud mental con síntomas como la depresión o la ansiedad, donde la persona no se siente valiosa ni importante. 


No solo afecta a nuestro estado emocional, sino que afecta también a nuestro estado físico. Órganos como los huesos, músculos, ligamentos, el tejido adiposo, el miocardio, sistema linfático e inmunitario, sistema endocrino tal como los ovarios, testículos, corteza suprarrenal, serán síntomas cuyo detonante es la desvalorización, la impotencia.


¿Dónde se forja la desvalorización? Comúnmente son programas, creencias heredadas de nuestro clan familiar, durante la gestación (según el estado emocional de la madre, o cómo vivieron ese periodo los progenitores, el no ser un hijo deseado, etc), comúnmente durante la infancia, aunque puede darse el caso de crearse   ese sentimiento por alguna situación vivida durante la edad cronológica en la que a partir de ese momento sentiste que no valías nada, que eras invisible.


Las palabras no se las lleva el viento y la vulnerabilidad que provoca en un niño la falta de atención o protección, tampoco. Un niño está en estado hipnótico con sus padres, sobre todo con la madre hasta los 3 años, no razona, sino que siente. Está en fase de aprendizaje, por eso sus progenitores y su entorno serán los que forjarán su personalidad, por eso, todo lo que vea, oiga y le digan, lo tomará como real. Si ese entorno familiar y social le grita, le ignora, le descalifica, dejará una huella en su psique que generará desequilibrios neurológicos y psicológicos.


Las palabras no se las lleva el viento, si ese niño o adolescente, un adulto, si te hacen invisible, se dicen frases como “a ti quien te va a querer”,” cállate, calladito estas más guapo”,”gordo”, ”maricón”, ”no vales, no llegarás lejos”,” no te compares, no eres como él o ella”, el niño se lo creerá siempre, y el adolescente y el adulto  creerá que es verdad porque se lo está diciendo un entorno importante para él.


La desvalorización dará lugar a unos patrones conductuales tales como la búsqueda excesiva de RECONOCIMIENTO por los demás, de esta manera, se sentirán valiosos, visibles, merecedores, llenando ese vacío emocional.


Se convertirán en “ dadores”, siempre dispuestos para todo su entorno de forma incondicional, sin tener en cuenta sus apetencias y  necesidades, serán los últimos de la fila, así conseguirán ese reconocimiento y aprobación que no tienen sobre si mismos. 

Comúnmente por esa razón acaban siendo utilizados o maltratados, generando gran FRUSTRACIÓN al no recibir ese reconocimiento tan necesario para llenar ese vacío, sin darse cuenta que recibimos lo que pensamos y sentimos, si no te quieres te encontrarás con personas que no te van a querer´, relacionándose de manera muy dependiente, buscando que alguien de afuera llene el vacío que siente por dentro.


Otra característica de personas desvalorizadas puede ser el PERFECCIONISMO, muy exigentes consigo mismo, pudiendo repetir la misma conducta que han tenido con ellos. Destacando con sus notas, muy esclavos del trabajo, incluso adictos al trabajo, muy disciplinados, de esta manera se busca la admiración, el sentirse valorados y merecedores.


Equivocadamente suelen tomar una actitud VICTIMISTA ante la vida, a través de la queja y la culpa responsabilizará a los demás de la parte de responsabilidad que tiene en sus decisiones, anclado en la vulnerabilidad de ese niño que fue.


La falta de autoestima generará INSEGURIDAD Y MIEDO ante la vida, al estar anclado en ese “niño” asustado e indefenso, ante cualquier situación sentirá que no tiene capacidad ni cualidades para solucionarlo.


Toda herida emocional se puede sanar si se hace un trabajo para superarlo, dándote tu tiempo, pero siendo perseverante. Estas son algunas de las herramientas que te guían a la sanación:


1.    Reconocer tu desvalorización
2.    Observar esos patrones de pensamiento que te hacen sentir desvalorizado, cuestiona si son reales o son la forma de como interpretas la realidad.
3.    Sentir y expresar las emociones que te provocan esos pensamientos, (tristeza, ira, frustración). El silencio  mantiene la herida y puedes enfermar.
4.    Escuchar, atender y priorizar tus necesidades, aprendiendo a decir “no” a los demás para realizarlo.
5.    Mímate, haz cosas que te gustes, que te satisfagan, que te hagan sentir bien. Rodéate de gente afable, noble, aléjate de personas que te desvaloricen.
6.    Reconoce tus cualidades, todo el mundo tiene defectos, pero también virtudes.
7.    Reconoce que la vida es complicada, superar esos momentos de dificultad da un gran aprendizaje y es muy enriquecedor.


Estas son algunas de las herramientas que te pueden ayudar a construir una imagen más positiva de ti mismo, ayudando a recuperar la autoestima y el bienestar emocional, el premio es MARAVILLOSO.
                                                                                                         


Mar Martínez Fernández nació en  Oviedo (Asturias, España).  Estudió leyes de la Administración del Estado y Contabilidad y es diplomada en Bioneuroemocion por la Universidad de medicina de Torreón.  A nivel contable, también es secretaria, y realizó cursos de nominas y Seguridad Social, además de contabilidad fiscal.  Hay que destacar sus estudios de Hipnosis Ericksoniana, en el Instituto Potencial Humano;  Fundamentos teóricos, Posgrado, Resonancias familiares, en el Enric Corbera Institute;  Maater de Contable, en el Centro de Estudio CAF.

  

2 comentarios:

  1. El inicio de un nuevo camino, espero ser una ayuda para los lectores y que formemos todos una gran familia

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  2. Excelente artículo Mar, gracias por compartir.

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