LAS PERSONAS ANCIANAS SON SABIAS




ISABETH HICKMAN 

ESPAÑA



 DIFERENCIA ENTRE EL DHARMA Y EL KARMA

Oímos hablar mucho del Karma, pero, no oímos nada del Dharma.
Intentaré reflejar un atisbo de explicación hecha por mi abuela, porque Las Personas Ancianas son Sabias.

Según se cree en la India: 

El Dharma, en el transcurso de cada vida, es todo tipo de acciones hechas para bien.
El Karma es la consecuencia directa de nuestras decisiones y acciones, esto, determinan el destino futuro de cada Ser.
O vamos para adelante y evolucionamos, o vamos para atrás e involucionamos.
El Dharma en una persona.
Se puede entender de dos maneras principales: el propósito de vida y el camino individual para alinearse con el destino, esto implica descubrir talentos y contribuir al mundo, como el conjunto de enseñanzas budistas o principios morales y éticos del hinduismo, que guían hacia una vida justa y el bienestar interior, ofreciendo protección contra el sufrimiento y la ignorancia. 

En el hinduismo, el Dharma significa las conductas que se considera que están de acuerdo con el rita, es decir, con el orden que hace posible la vida y el Universo; incluye deberes, derechos, leyes, conducta, virtudes y un recto modo de vivir.

Dharma significa “protección”. Al practicar las enseñanzas de Buda nos protegemos del sufrimiento y los problemas. Todos los problemas que experimentamos durante la vida diaria se originan en la ignorancia, y el método para eliminar la ignorancia es practicar el Dharma.

En la mitología hinduista, el sabio Manu -nombre del primer Ser humano, el primer rey que reino sobre la Tierra y que fue salvado del diluvio universal- dictó 10 reglas importantes para la observancia del Dharma: 
Paciencia. Autocontrol. Razón. Perdón. Santidad. Honestidad. Veracidad. Conocimiento del saber. Control de los sentidos. Ausencia de ira

Karma en una persona.
En algunas religiones de la India, es energía derivada de los actos de un individuo durante su vida, que condiciona cada una de sus sucesivas re-encarnaciones (escrito así), hasta que alcanza la perfección. 
El Karma se refiere fundamentalmente a la Ley de Causa y Efecto, sosteniendo que cada acción tiene una consecuencia correspondiente. 

El Dharma representa la verdad y el camino correcto que uno debe seguir para vivir en armonía con el Universo.
Hay confusión con estos términos, creyéndose que el “Karma” es lo negativo que nos vuelve después de determinada acción y, el “Dharma” es lo positivo que nos es retornado. 
Esto no es así.
La palabra “Karma” en sanscrito -lengua del grupo indio, derivada del védico que se habló en el norte de la India-, significa “Acción” y, por lo tanto, su consecuencia también, lo que significa que por cada acción que realicemos, tendremos una reacción o una consecuencia, que recibiremos de vuelta. 
Es lo que conocemos como: “Cosechamos lo que sembramos” o, “Recibimos lo que damos”. Por lo tanto, si nuestras acciones son positivas, con amor y al servicio de los demás, nuestro “Karma” será positivo; recibiremos de vuelta sólo cosas positivas. Esto no significa que recibimos exactamente lo mismo que damos, sino que recibimos energía de amor, en cualquiera de sus formas. Por ejemplo, si le hiciste un favor a alguien, no significa que vayas a recibir un favor de otra persona, sino, algo bueno a cambio. Por el contrario, si realizamos alguna acción que sabemos que va a perjudicar a otra persona, nuestro “Karma” será negativo, y esto se traduce en que algo no agradable puede que te pase. Lo que recibas a cambio de tu acción negativa, siempre será negativo.

La palabra “Dharma” en sánscrito, significa “Propósito en la vida”. Es esa aptitud natural con la que naciste para hacer determinadas cosas. Si aún no lo has descubierto, es sólo cuestión de observarte, de analizarte y de darte cuenta que en algo, sí o sí, eres excelente. Cuando ese talento o ese don natural, es perfeccionado por nosotros a través del estudio o de la práctica, y se lo entregamos a los demás, se convierte en “Dharma”. 
El Dharma no es tal, si nos guardamos nuestros talentos para nosotros mismos; el Dharma no es egoísta, es para los demás, es el servicio a los demás. Entregar nuestro Dharma a la sociedad nos hace felices, porque estamos dando todo nuestro amor y nuestra pasión a través de alguna actividad. Cuando se trabaja en lo que se ama, no es trabajar, sólo se está cumpliendo con la Misión de Vida. 
Si damos amor a través de nuestro servicio a los demás, recibimos sólo cosas buenas en retribución. He aquí la confusión entre “Karma” y Dharma”. El Dharma siempre es positivo porque está cargado de amor. El Karma puede ser positivo o negativo.
Si aún no estamos desarrollando el propósito con el cual vinimos al mundo, es momento de ponernos a trabajar en él, para que nuestras vidas serán más felices, abundantes y en armonía.

En sánscrito, "Dharma" puede traducirse como ley, orden, deber, o conducta correcta. En el hinduismo, se refiere a las acciones que están de acuerdo con el orden cósmico, incluyendo deberes, derechos y leyes. En el budismo, el Dharma se refiere a las enseñanzas de Buda, que buscan ayudar a las personas a liberarse del sufrimiento y alcanzar la Iluminación. También, puede entenderse como el propósito de la vida, la forma en que uno le da amor al mundo. 

Hinduismo: Conducta correcta según el orden cósmico, deberes, leyes.  
Implica seguir el orden natural de las cosas, tanto en la vida individual como en el cosmos. Se relaciona con el concepto de rita que es el orden cósmico fundamental del Universo. 

Budismo: Enseñanzas de Buda, camino hacia la liberación del sufrimiento.  
Las enseñanzas del Buda, ofrecen un camino para superar la ignorancia y el sufrimiento. El Dharma se considera la segunda joya, después del Buda y el Sangha.
El Dharma como propósito en la vida, forma de amar al mundo, ley natural.
El Dharma es un término complejo y multifacético, con diferentes interpretaciones según la tradición religiosa o filosófica. Su comprensión requiere estudio y práctica, y puede ser una guía para vivir una vida más significativa y plena, según estudios budistas.

Según se cree en la India, en el transcurso de cada vida el Dharma -todo tipo de acciones hechas para bien- y, el Karma -consecuencia directa de nuestras decisiones y acciones-, determinan el destino futuro de cada Ser, en su re-encarnación. 

Los 4 puruṣārthas “Los objetivos de la vida humana, los fines del Ser”.
Las 4 metas o propósitos que deben guiar la existencia de una persona son:
Dharma: (rectitud, valores morales). 
Artha: (prosperidad, valores económicos). 
Kama: (placer, amor, valores psicológicos). 
Moksha: (liberación, valores espirituales, autorrealización).

Las 7 Leyes del Karma, también conocidas como las Siete Leyes Universales, son principios que rigen el flujo de energía y las consecuencias de las acciones en el universo. Estas leyes, han sido extraídas de diversas tradiciones espirituales:

Ley de Correspondencia: Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera. Lo que ocurre en un nivel del Ser se refleja en otros.

Ley de Polaridad: Todo tiene dos polos, opuestos pero complementarios. El bien y el mal, el amor y el odio, existen en relación.

Ley de Ritmo: Todo fluye y refluye, como las estaciones. Hay ciclos de expansión y contracción, de auge y declive.

Ley de Generación:         Todo se crea. La energía sexual, la energía creativa, la energía de la intención, todas generan nuevas manifestaciones.

Ley de Vibración: Nada está en reposo. Todo vibra a diferentes frecuencias. La vibración de nuestros pensamientos y emociones afecta nuestro entorno.

Ley de Mentalismo: Todo en el Universo es mente. La Consciencia Absoluta crea la realidad.

Ley de Causa Efecto: Toda acción tiene una reacción. La siembra determina la cosecha. Esta es la esencia del Karma.

Estas leyes son herramientas para comprender la naturaleza del Universo y nuestra propia existencia. Al entenderlas y aplicarlas en Consciencia Absoluta podemos influir positivamente en nuestro Karma y crear una vida más plena y significativa. 
El Poder del Karma no desaparece hasta madurar. 
FIN DE LAS RE-ENCARNACIONES.


Maribel Pérez-Hickman Diez, cuyo seudónimo es Isabeth Hickman, es practicante de las siguientes disciplinas orientales: Hatha Yoga, Kundalini, Taichi y Chi Kung.  Ha escrito nueve libros, siendo dos de ellos novelas.  También escribió una obra de teatro. De profesión Asistente Social, ha trabajado con visitas a domicilio a ancianos.  En sus estudios elaboró la Monografía de su Carrera Profesional sobre: “Trabajo a Turnos en la Industria Química”, dentro de un contexto de conciliación de la vida familiar, social y laboral.  Además desarrolló un Programa para la creación de una “Escuela Hospitalaria”, dirigida a niños en hospitalización de larga estada, con el Proyecto: "No pierdas la Carrera".

No hay comentarios:

Publicar un comentario