CONSCIENCIA Y ESPIRITUALIDAD

 

SUELI CLARET

ESPAÑA


YO QUIERO FLORES EN VIDA

(Texto del Momento Espírita impreso del sitio web: momento.com.br)

      En Brasil celebramos el día de los novios el 12 de junio y en esa fecha  leí un texto muy bonito que me hizo pensar en cómo en realidad  pueden ser tristes algunas fechas que el comercio contribuye para hacer aún más tristes y solitarias para ciertas personas. Seguro que algunos de nuestros lectores ya han sentido eso más de una vez.

      Es, por ejemplo, cuando todos sus amigos se preparan  para celebrar el día de los novios, y tus amigas reciben lindos ramos de flores, o lindos regalos con tarjetas románticas y tú,  nada... Como es horrible la sensación de que nadie se importa contigo o te considera especial. O en la Navidad que, para muchos, es la fecha más triste del año, y tú no tienen nadie con quien compartir la noche mágica y por eso, por mecanismo de defensa,  dicen “que no le gustan esas fechas” que todo es por el lucro del comercio... 

      La realidad es que a todos nos encanta sentirnos especiales para alguien. Especialmente cuando somos jóvenes y todo lo que deseamos es que alguien se fije en nosotros y nos mire con afeto.




      El referido texto nos cuenta la história de una mujer que se sentía una adolescente bien común, sin muchos atractivos, a quien los rapaces no le prestaban mucha atención. Y que sufría muchísimo porque en el día de los novios, cuando las chicas recibián flores, ella nunca recibía nada. Y que en eses momentos ni las historias de patitos feos que se cambiarían algún día en cisnes bellos, aliviaban el dolor de sentirse invisible. 
     El tiempo pasó y el patito feo estudió, se graduó, consiguió un buen empleo y encontró por fin alguien que se fijó en ella. Se casaron, tuvieron hijos y todas los años, el día de los novios ella le da dinero a sus dos hijos adolescentes para que compren dos claveles, uno para sus novias, y otro deve ser enviado anónimamente para alguna chica simpática que probablemente no recibirá ninguna flor en ese día, para que también ella se sienta especial.
      Y a cada año, lo mismo se repite. Y cierta vez un de los hijos le contó que una chica linda, pero de apariencia bien comum recibió un clavel y se puso muy contenta. 
Su hijo le contó que la chica se quedó tan contenta que lloró y pasó todo el día con la flor junto a sus libros intentando descubir quien era su admirador secreto. 
Mientras escribo este cuento me recuerdo que también yo algunas veces me sentí así en la adolescencia. 
    Y reflexiono en cómo pequeños gestos pueden hacer la diferencia en la vida de alguien. Me incomoda mucho ver en los velatorios la cantidad de flores bellísimas que regalan al muerto que ya no puede sentir el perfume de esas flores ni tampoco admirar su belleza. Siempre pensé que les gustaría mucho más haberlas recibido en vida.
    Yo siempre digo a mis amigos que yo soy una de esas personas que piensa que la amistad, el amor, el afecto deben ser expresados mientras estamos aquí y no alrededor de nuestros restos mortales, pues como estoy segura que la muerte es solo un portal para otra dimensión de la vida y que seguiremos vivos en otro plano y así espero estar lejos llevada por mis amigos que me precederon así que me corazón pare de latir.  
      Por eso digo siempre, quien quiera mi amistad o regalarme flores que me lo hagan ahora y no cuando pienso que no estaré más aquí. Quien me quiere, que me lo diga ahora y no lo lamente después.
Ya observaron que hay muchas familias que solo se reunen en los velatorios? Por que no lo hacemos mientras podemos celebrar la vida?!
     Vamos ser más amorosos, compasivos, y expresar lo que sentimos con el alma y el corazón. Muchas veces relacionamientos se rompen por falta de clareza, de coraje de abrir el corazón y decir lo que realmente estamos sentiendo sea malo o bueno. Shakespeare decía que nunca debemos despedirnos de alguien sin una palabra de gentileza o de amor porque nunca sabremos si será la última vez que nos encontramos.
     No esperemos las fechas especiales, podemos hacer que todos los días sean especiales. Este es el secreto para que seamos felices: “hacer a los otros felices”.


 *   *   *
        “Un pequeño gesto puede hacer una gran diferencia en la vida de alguién.
     Que seas tú el que haga el primer gesto de gentileza, que seas tú el que promueva esa felicidad.              Aprende a mirar a las personas con ojos  de ver y  descubre a los infelices, permitiéndo ofrecer algo que les pueda  alegrar o  llenar el gran vacío de sus solitarias vidas.
    Si quieres hacer feliz a alguien, no esperes a mañana. Si quieres regalar una flor, no esperes a la muerte, envíala hoy, con amor.
     Si deseas decirle a la gente de tu casa, al amigo cercano o lejano que estás contento con su presencia, hazlo ahora.
    No esperes para poner flores en las tumbas. Más bien, llena los corazones de amor, porque serás muy feliz si aprendes a hacer felices a todos los que conoces.”



No hay comentarios:

Publicar un comentario